lunes, 13 de diciembre de 2010

CAMBIO CLIMÁTICO

 Cambio climático

Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc. En teoría, son debidos tanto a causas naturales (Crowley y North, 1988) como antropogénicas(Oreskes, 2004).
El término suele usarse de forma poco apropiada, para hacer referencia tan sólo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que simulan la física de la atmósfera y de los océanos. La naturaleza caótica de estos modelos hace que en sí tengan una alta proporción de incertidumbre (Stainforth et ál., 2005) (Roe y Baker, 2007), aunque eso no es óbice para que sean capaces de prever cambios significativos futuros (Schnellhuber, 2008) (Knutti y Hegerl, 2008) que tengan consecuencias tanto económicas (Stern, 2008) como las ya observables a nivel biológico (Walther et ál., 2002)(Hughes, 2001).

CAUSAS DE LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS
Temperatura en la superficie terrestre al comienzo de la primavera de 2000.
El clima es un promedio, a una escala de tiempo dada, del tiempo atmosférico. Los distintos tipos climáticos y su localización en la superficie terrestre obedecen a ciertos factores, siendo los principales, la latitud geográfica, la altitud, la distancia al mar, la orientación del relieve terrestre con respecto a la insolación (vertientes de solana y umbría) y a la dirección de los vientos (vertientes de Sotavento y barlovento) y por último, las corrientes marinas. Estos factores y sus variaciones en el tiempo producen cambios en los principales elementos constituyentes del clima que también son cinco: temperatura atmosférica, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones.
Pero existen fluctuaciones considerables en estos elementos a lo largo del tiempo, tanto mayores cuanto mayor sea el período de tiempo considerado. Estas fluctuaciones ocurren tanto en el tiempo como en el espacio. Las fluctuaciones en el tiempo son muy fáciles de comprobar: puede presentarse un año con un verano frío (por ejemplo, el sector del turismo llegó a tener fuertes pérdidas hace unos años en las playas españolas debido a las bajas temperaturas registradas y al consiguiente descenso del número de visitantes, y el presente invierno ha sido mucho más frío de lo normal, no sólo en España, sino en toda Europa). Y las fluctuaciones espaciales son aún más frecuentes y comprobables: los efectos de lluvias muy intensas en la zona intertropical del hemisferio sur en América (inundaciones en el Perú y en el sur del Brasil) se presentaron de forma paralela a lluvias muy escasas en la zona intertropical del Norte de América del Sur (especialmente en Venezuela y otras áreas vecinas).
Un cambio en la emisión de radiaciones solares, en la composición de la atmósfera, en la disposición de los continentes, en las corrientes marinas o en la órbita de la Tierra puede modificar la distribución de energía y el equilibrio térmico, alterando así profundamente el clima planetario cuando se trata de procesos de larga duración.
Animación del mapa mundial de la temperatura media mensual del aire de la superficie.
Estas influencias se pueden clasificar en externas e internas a la Tierra. Las externas también reciben el nombre de forzamientos dado que normalmente actúan de forma sistemática sobre el clima, aunque también los hay aleatorios como es el caso de los impactos de meteoritosastroblemas). La influencia humana sobre el clima en muchos casos se considera forzamiento externo ya que su influencia es más sistemática que caótica pero también es cierto que el Homo sapiens pertenece a la propia biosfera terrestre pudiéndose considerar también como forzamientos internos según el criterio que se use. En las causas internas se encuentran una mayoría de factores no sistemáticos o caóticos. Es en este grupo donde se encuentran los factores amplificadores y moderadores que actúan en respuesta a los cambios introduciendo una variable más al problema ya que no solo hay que tener en cuenta los factores que actúan sino también las respuestas que dichas modificaciones pueden conllevar. Por todo eso al clima se le considera un sistema complejo. Según qué tipo de factores dominen la variación del clima será sistemática o caótica. En esto depende mucho la escala de tiempo en la que se observe la variación ya que pueden quedar patrones regulares de baja frecuencia ocultos en variaciones caóticas de alta frecuencia y viceversa. Puede darse el caso de que algunas variaciones caóticas del clima no lo sean en realidad y que sean catalogadas como tales por un desconocimiento de las verdaderas razones causales de las mismas.
  EL CAMBIO CLIMÁTICO ACTUAL
Esquema ilustrativo de los principales factores que provocan los cambios climáticos actuales de la Tierra. La actividad industrial y las variaciones de la actividad solar se encuentran entre los más importantes.
 COMBUSTIBLES FÓSILES Y CALENTAMIENTO GLOBAL
A finales del siglo XVII el hombre empezó a utilizar combustibles fósiles que la Tierra había acumulado en el subsuelo durante su historia geológica. La quema de petróleo, carbón y gas natural ha causado un aumento del CO2 en la atmósfera que últimamente es de 1,4 ppm al año y produce el consiguiente aumento de la temperatura. Se estima que desde que el hombre mide la temperatura hace unos 150 años (siempre dentro de la época industrial) ésta ha aumentado 0,5 °C y se prevé un aumento de 1 °C en el 2020 y de 2 °C en el 2050.
Además del dióxido de carbono (CO2), existen otros gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global , tales como el gas metano (CH4) óxido nitroso (N2O), Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), los cuales están contemplados en el Protocolo de Kioto.
A principios del siglo XXI el calentamiento global parece irrefutable, a pesar de que las estaciones meteorológicas en las grandes ciudades han pasado de estar en la periferia de la ciudad, al centro de ésta y el efecto de isla urbana también ha influido en el aumento observado. Los últimos años del siglo XX se caracterizaron por poseer temperaturas medias que son siempre las más altas del siglo.
 EL AUMENTO DE LA TEMPERATURA
Desde 1961 hasta 2003 la temperatura global del océano ha subido 0,1 °C desde la superficie hasta una profundidad de 700 m. Hay una variación entre año y año y sobre escalas de tiempo más largas con observaciones globales de contenido de calor del océano mostrando altos índices de calentamiento entre 1991 y 2003, pero algo de enfriamiento desde 2003 hasta 2007. La Tº del océano Antártico se elevó 0,17 oC entre los años 50 y 80. Casi el doble de la media para el resto de los océanos del mundo. Aparte de tener efectos para los ecosistemas (por ej. fundiendo el hielo del mar, afectando al crecimiento de las algas bajo su superficie), el calentamiento reduce la capacidad del océano de absorber el CO2.
AGRICULTURA
El cambio climático y la agricultura son procesos relacionados entre sí, ya que ambos tienen escala global. Se proyecta que el calentamiento global tendrá impactos significativos que afectaran a la agricultura, la temperatura, dióxido de carbono, deshielos, precipitación y la interacción entre estos elementos. Estas condiciones determinan la capacidad de carga de la biosfera para producir suficiente alimento para todos los humanos y animales domesticados. El efecto global del cambio climático en la agricultura dependerá del balance de esos efectos. El estudio de los efectos del cambio climático global podría ayudar a prevenir y adaptar adecuadamente el sector agrícola para maximizar la producción de la agricultura. 
OCÉANOS
El papel de los océanos en el calentamiento global es complejo. Los océanos sirven de “estanque” para el CO2, absorbiendo parte de lo que tendría que estar en la atmósfera. El incremento del CO2 ha dado lugar a la acidificación del océano. Además, a medida que la temperatura de los océanos asciende, se vuelve más complicada la absorción del exceso de CO2.
El calentamiento global esta proyectado para causar diferentes efectos en el océano, como por ejemplo, el ascenso del nivel del mar, el deshielo de los glaciares y el calentamiento de la superficie de los océanos. Otros posibles efectos incluyen los cambios en la circulación del océano.
Con el ascenso de la temperatura global el agua en los océanos se expande. El agua de la tierra o de los glaciares pasa a estar en los océanos, como por ejemplo el caso de Groenlandia o “ las capas de hielo del Antártico”. Las predicciones muestran que antes del 2050 el volumen de los glaciares disminuirá en un 60%. Mientras, el estimado total del deshielo glacial sobre Groenlandia es -239±23 km3/año (sobre todo en el este de Groenlandia).
De cualquier modo, las capas de hielo de la Antártida se prevé van a aumentar en el siglo XXI debido a un aumento de las precipitaciones. Según el Informe Especial sobre los pronósticos de Misión del IPCC, el pronóstico A1B para mediados del 2090 por ejemplo, el nivel global del mar alcanzará 0,25-0,44 m sobre los niveles de 1990. Está aumentando 4 mm/año. Desde 1990 el nivel del mar ha aumentado una media de 1,7 mm/año; desde 1993, los altímetros del satélite TOPEX/Poseidon indican una media de 3mm/año.
El nivel del mar ha aumentado más de 120 m desde el máximo de la última glaciación alrededor de 20000 años atrás. La mayor parte de ello ocurrió hace 7000 años. La temperatura global bajó después del Holoceno Climático, causando un descenso del nivel del mar de 0,7±0,1m entre los años 4000 y 2500 antes del presente.
Desde hace 3000 años hasta el principio del siglo XIX, el nivel del mar era casi constante, con sólo pequeñas fluctuaciones. Sin embargo, el período cálido medieval puede haber causado cierto incremento del nivel del mar; se han encontrado pruebas en el océano Pacífico de un aumento de aproximadamente 0,9 m sobre el nivel actual en 700BP.

ECOSISTEMAS
El aumento de la temperatura global del planeta significa que los diferentes ecosistemas van a variar, algunas especies se van a ver obligadas a abandonar sus hábitats ( o posiblemente a la extinción) debido a las condiciones cambiantes, mientras que otros están floreciendo. Efectos secundarios del calentamiento global, tales como disminuir la cubierta de nieve, subida del nivel del mar y cambios climáticos, no sólo puede influir en las actividades humanas, sino también en el ecosistema. Tras estudiar la asociación entre el clima de la Tierra y las extinciones en los últimos 520 millones de años, los científicos de la Universidad de York, escriben: "Las temperaturas globales previstas para los próximos siglos, puede poner en marcha un nuevo evento de extinción masiva”, donde más del 50 por ciento de las especies de animales y las plantas sería aniquilado. Otros estudios más recientes, predicen la extinción de entre un 18% y un 35% de una muestra de 1,103 animales y plantas para el 2050, basado en las proyecciones futuras del clima. Sin embargo, pocos estudios mecánicos han documentado la extinción debida al reciente cambio climáticoy un estudio sugiere que las proyecciones de las tasas de extinción son inciertas.

PLANTEAMIENTO DE FUTURO
Tal vez el mecanismo de compensación del CO2 funcione en un plazo de cientos de años, cuando el Sol entre en un nuevo mínimo. En un plazo de miles de años, tal vez se reduzca la temperatura, desencadenándose la próxima glaciación, o puede que simplemente no llegue a producirse ese cambio.
En el Cretácico, sin intervención humana, el CO2 era más elevado que ahora y la Tierra estaba 8 °C más cálida.

lunes, 8 de noviembre de 2010

LA TAIFA DE ZARAGOZA

La Taifa de Saraqusta (Taifa de Zaragoza o Reino de Zaragoza) fue una taifa independiente entre 1018 y 1110 —esto es, desde la desintegración del califato de Córdoba a principios del siglo XI hasta que fue conquistada por los almorávides en 1110—, que experimentó un extraordinario auge político y cultural con los reinados de Al-Muqtadir, Al-Mutamán y Al-Mustaín II en la segunda mitad de dicho siglo.
El legado intelectual y artístico más sobresaliente se podría resumir en la construcción del Palacio de la Aljafería y en la creación de la primera escuela estrictamente filosófica andalusí, cuya figura descollante es Avempace, que nació en Zaragoza entre 1070 y 1080 y tuvo que emigrar de la ciudad hacia 1118 tras la conquista cristiana.

 Historia de Saraqusta

 La Marca Superior en época de los emiratos

En el año 714 la ciudad es ocupada por el ejército musulmán al mando de Tariq y su lugarteniente, Muza, pasando a formar parte del Califato omeya de Damasco y del Emirato Dependiente con capital en Córdoba. Desde ese año Saraqusta fue un puesto avanzado en la lucha contra los cristianos del norte, que se refugiaron en los valles pirenaicos de Ansó, Hecho, Sobrarbe y Ribagorza. Hacia el 720 todo el valle del Ebro y las ciudades más importantes de la ulterior región de Aragón estaban dominadas por el islam.
Con la derrota ante los francos en Poitiers en 732, la frontera norte se estabilizó, y Saraqusta se constituyó en provincia fronteriza bajo la denominación de Marca Superior. Zaragoza administraba un territorio que comprendía ciudades tales como Huesca, Tudela, Calatayud o Barbastro, al frente del cual estaba el sahib de Saraqusta, que ejercía el gobierno en nombre del emir andalusí dependiente del califa de Damasco. Su lejanía a la capital emiral y su función de baluarte defensivo confirió a Saraqusta cierta autonomía política, a menudo reconocida por el poder central cordobés, pues en lo militar favorecía tomar decisiones rápidas y ejecutar eficazmente iniciativas bélicas.

La Marca Superior bajo el califato omeya

En el año 924, Abderramán III impuso su autoridad sobre los señores locales desalojando a los Banu Qasi de su último reducto de Tudela e imponendo en él al tuyibí de Zaragoza Muhammad Alanqar, cuya dinastía mantuvo el gobierno de Saraqusta durante más de un siglo. Pero los nuevos señores de Zaragoza continuaron con la tendencia independentista frente al poder central.

En 929 Abderramán III se proclama califa e intenta asegurarse el control de las provincias más alejadas de Córdoba, pero los tuyibíes se rebelaron en diversas ocasiones, siendo reprimidos por expediciones califales en los años 935 y 937. El conflicto se resolvió con un compromiso de Muhammad ibn Hashim al-Tuyibi de mantenerse fiel a Córdoba a cambio de un régimen de protectorado, que aseguraba a la Marca cierta autonomía respecto del poder central. Este régimen especial se mantuvo durante el s. X y, de alguna manera, enlazó con la disgregación del califato en reinos de taifas de principios del s. XI.
La segunda mitad del siglo X estuvo caracterizada por un periodo de paz y lealtad al Califa y el predominio de árabes sobre muladíes y cristianos en la Marca Superior. A finales de siglo X los tuyibíes incorporan a su territorio Huesca y Barbastro, distrito que había sido gobernado por la dinastía muladí de los Banu Sabrit desde los inicios del dominio Banu Qasi en Zaragoza a principios del siglo IX.
En el último cuarto del siglo X, el periodo regido por Almanzor, se estableció un férreo régimen militarista que impuso la hegemonía del estado centralista cordobés en toda la península, sofocando cualquier resistencia a la autoridad califal con energía. Zaragoza se constituyó en este periodo en base principal de operaciones contra los cristianos del norte, pero con la unificación del nuevo rey pamplonés Sancho III el Mayor, (1004-1035), que regía tierras navarras y aragonesas bajo su cetro, y la crisis del califato, los reinos surgidos de la descomposición de las marcas califales llevarían a un periodo de plena independencia de la taifa de Zaragoza, hecho que sucedió en 1018, siendo el primer reino taifa en hacerlo.

La Taifa Tuyibía

La guerra civil en Córdoba, a principios del siglo XI, no dejó de afectar a la región y, como en el resto de la España musulmana, el derrumbamiento de la dinastía Omeya condujo a la constitución de un estado independiente o taifa, cuya capital era Zaragoza. Esta Taifa limitaba al sur con la pequeña Taifa de Albarracín, gobernada por los Banu Razin, y que ocupaba una zona de la actual provincia de Teruel, que incluía Albarracín, la propia Teruel y llegaba hasta la actual Montalbán. Zaragoza comprendía por el oeste las ciudades de Medinaceli, Soria, Calahorra, Arnedo, Alfaro y Tudela y llegaba por el este hasta el curso del Cinca, con ciudades como Barbastro, Monzón, Fraga y Lérida, la más importante, que no siempre acató la autoridad del rey de Zaragoza.

El inicio de la dinastía tuyibí: Mundir I

Mundir I fue el primer rey taifa de Zaragoza y comenzó a ejercer su poder en 1018 titulándose hayib, o "mayordomo de palacio", que era el rango que ostentaron Almanzor y sus descendientes, y que adoptaron los primeros reyes de taifas para significarse en su poder independiente. Quiso Mundir dar a Zaragoza categoría de gran corte, y, para ello, comenzó a remozar edificios como la mezquita aljama de Zaragoza (emplazada donde hoy está la Catedral), que fue ampliada, y a construir unas nuevas termas. Además se rodeó de secretarios-poetas entre los que destacan Ibn Darray y Said al-Bagdadi. El gobernador de la taifa de Lérida, Sulaymán ben Hud al-Musta'in (que veinte años después sería proclamado rey de Zaragoza, iniciando la dinastía hudí) en general acató su poder, aunque hubo entre ellos algunos enfrentamientos incitados por Sancho el Mayor, su mayor enemigo exterior, que incluso le arrebató algunas plazas. Para contrarrestarles, Mundir I se alió con Barcelona y Castilla, logrando mantener en paz su reino. Murió entre 1021 y 1023.

Dinar de oro acuñado en 1029 por Yahya al-Muzaffar como rey taifa de Zaragoza.

Yahya al-Muzaffar

Hacia 1022 a Mundir le sucedió Yahya al-Muzaffar, su hijo, que continuó las hostilidades contra Sancho el Mayor. Emprendió una campaña contra Nájera, logrando cautivos y botín. Se casó con la hermana de Ismaíl, rey de Toledo a partir de 1028. Fruto de este matrimonio nacería Mundir II (Mu'izz al-Dawla) que le sucedería a su muerte en 1036.

La caída de los tuyibíes: Mundir II y Abd Allah ibn Hakam

Mundir II fue el último rey taifa de la dinastía tuyibí, al morir asesinado en 1038 por su primo Abd Allah ibn Hakam, que aspiraba a ocupar el trono.
Abd Allah solo mantuvo el poder durante veintiocho días, aunque llegó a acuñar moneda a su nombre, puesto que los notables de la ciudad comenzaron pronto a conspirar contra él apoyándose en Sulaymán ben Hud, hasta entonces gobernador de Lérida, que, comprendiendo la posibilidad de obtener el reino, acudió a Zaragoza. Abd Allah fue finalmente puesto en fuga y, tras violentas agitaciones, Sulaymán ibn Hud fue proclamado rey iniciando una nueva dinastía: la de los Banu Hud.

La Taifa Hudí

La dinastía hudí, iniciada con Sulaymán ibn Hud al-Mustain I de Zaragoza, se mantuvo al frente de la taifa zaragozana durante tres cuartos de siglo, desde 1038 hasta 1110. Con los hudíes, dinastía de origen árabe arraigada en la región desde la conquista del siglo VIII, el reino de Zaragoza llegó a su máximo esplendor político y cultural

lunes, 25 de octubre de 2010

LOS MUSULMANES EN TUDELA

Época musulmana (siglos VIII-XII d.C.)
Hasta su fortificación o re-fundación en el año 802, Tutela debió ser una plaza muy poco importante, despoblada y con muy pocas defensas. Tutela fue probablemente conquistada por el mulsumán Ayub el Lajimita alrededor del año 716, sin apenas oposición.
En el 802,[7 Tutela fue fortificada (y re-fundada como Al-Tutili) por Amrùs ben Yusuf, quien había sido nombrado gobernador de la Marca Superior por el emir Al-Hakam I. Amrùs concentró un gran ejército en Tutela, reconstruyendo y aprovisionando la plaza de Al-Tutili como una posición clave defensiva de la Marca Superior; su finalidad fue proteger las tierras ribereñas del Ebro de las incursiones de vascones y francos. Amrùs comenzó a reconstruir la Tutela histórica desde el cerro de Santa Barbara, en donde ubicó la Alcazaba. Seguramente su decisión fue favorecida por la existencia de algún viejo castillo visigodo, que sin duda él reconstruyó radicalmente para convertirlo en el núcleo preurbano de la ciudad. Desde ese enclave, Al-Tutili comenzó a poblarse lentamente monte abajo, primero hasta el río Mediavilla, siendo su perímetro fuertemente fortificado. Convirtió a Al-Tutili en la capital de la comarca gracias a la riqueza de la agricultura, ganadería y las distintas artesanías,[2] alcanzado en el siglo IX una población de unos 3.000 habitantes. A principios de este siglo, se debió construir una primera mezquita mayor, que seguramente se corresponde con la Mezquita de la Al-Hamdaka.
Al-Tutili fue el lugar permanente de residencia de Musa ben Musa, Musa II, el célebre “moro Muza”, que mantenía relaciones, incluso parentesco, con las casas señoriales de Vasconia. Su poderío fue tal que llegó a considerarse como el “Tercer Rey de España”, tras el emir Abd al-Rahman II de Córdoba y el rey astur Ordoño I de Oviedo. Durante su mandato y el de sus sucesores, en los siglos IX-X, Al-Tutili experimentó una gran expansión, llegando hasta las fronteras del río Queiles y alcanzando un gran esplendor económico y cultural. El recinto de la ciudad fue, de nuevo, fuertemente amurallado, teniendo como fosos naturales el Queiles y el propio Ebro. La nueva muralla de la ciudad tenía multitud de torreones vigía y se conoce la existencia de, al menos, 7 puertas: las de Albazares, de Zaragoza, del Mercado, de Calahorra, de Leza, de Ribotas y de Garoz. La medina fue militarmente reforzada por un sistema de torres vigía, llamadas atalayas (talias), situadas a extramuros (entre ellas la Torre de San Julián, la Torre de la Judía, la Torre Roya y, finalmente, la Torre Monreal, la única que se conserva). El espectacular puente de Tudela sobre el río Ebro, con una longitud de 360 metros y 17 arcos, pudo ser obra de los musulmanes, a imitación del que había en la mismísima Córdoba.
La importancia que adquirió Al-Tutili da fe la Mezquita Mayor, el zoco (Mercalete Vetere), una alcaicería, iglesias para los mozarábes, barrio judío con sinagogas, baños públicos y un abigarrado caserío al abrigo de la Alcazaba que estuvieron supeditadas a Al-Ándalus como frontera de dos fes religiosas: la musulmana y la cristiana. Aunque seguramente hubo muchas más, se tiene constancia de la existencia de al menos tres mezquitas en la medina tudelana, citadas en diversos escritos al finalizar la dominación musulmana: la Mezquita Mayor (ubicada en la misma posición que actual Catedral), la de la Mezquita de la Al-Hamdaka (situada en la actual Plaza de San Salvador) y una tercera emplazada en la puerta de Zaragoza.
La Mezquita Mayor de Tudela se construyó a mediados del siglo IX bajo la iniciativa del rey Musa. Esta primera mezquita, de aspecto arcaico, debió ampliarse, modificándose en lo estructural y lo ornamental con el paso del tiempo. Parece ser que, a principios del siglo X, fue saqueada y quemada por el rey navarro Sancho Garcés I. Luego se reformó y amplió a comienzos del XI bajo el mecenazgo de los Tuyibies durante el taifado de Zaragoza, concretamente con Mundir I, teniendo por modelos indiscutibles las mezquitas de Córdoba y Madinat al-Zahra.
La población se incrementó por causas político-militares y económicas, y fue foco de inmigración que atrajo contingentes humanos de los lugares cercanos. Entre otros, atrajo inmigrantes de la antigua y vecina Tarazona, cuya población judía y mozárabe se fue trasladando a las fértiles tierras de Tudela. La llegada de los judíos a Tudela debió ocurrir entre los años 905 y 926, quienes construyeron al menos una sinagoga, conocida como Sinagoga Mayor. Durante la dominación musulmana, los judíos tudelanos se extendieron por un extenso barrio denominado la Judería Vétula, formando la aljama más numerosa de Navarra. Tudela se convirtió, por tanto, en un crisol de gentes y culturas en la que, además de musulmanes, se mezclaron mozárabes y judíos. La población tudelana debio alcanzar durante los siglos X y XI cerca de 8.000 habitantes.
Tudela llegó a convertirse en capital de una taifa independiente, tras la caída del Califato omeya de Córdoba. Tras la muerte del rey hudí de Lérida, Suleiman ben Muhamad ben Hud, en 1046, el taifado de Zaragoza fue dividido entre sus hijos. La Taifa de Tudela fue reinada por Muhammad Hachib Mondzir, uno de sus hijos. Poco duró el taifado tudelano, aproximadamente unos 5 años (probablemente entre 1046 y 1051), pero, a pesar de su brevedad, hubo tiempo de acuñar moneda propia.
La "cultura andalusí" siguió siendo de marcada significación desde el siglo XI al XIII con figuras señeras tanto árabes como judías.