lunes, 8 de noviembre de 2010

LA TAIFA DE ZARAGOZA

La Taifa de Saraqusta (Taifa de Zaragoza o Reino de Zaragoza) fue una taifa independiente entre 1018 y 1110 —esto es, desde la desintegración del califato de Córdoba a principios del siglo XI hasta que fue conquistada por los almorávides en 1110—, que experimentó un extraordinario auge político y cultural con los reinados de Al-Muqtadir, Al-Mutamán y Al-Mustaín II en la segunda mitad de dicho siglo.
El legado intelectual y artístico más sobresaliente se podría resumir en la construcción del Palacio de la Aljafería y en la creación de la primera escuela estrictamente filosófica andalusí, cuya figura descollante es Avempace, que nació en Zaragoza entre 1070 y 1080 y tuvo que emigrar de la ciudad hacia 1118 tras la conquista cristiana.

 Historia de Saraqusta

 La Marca Superior en época de los emiratos

En el año 714 la ciudad es ocupada por el ejército musulmán al mando de Tariq y su lugarteniente, Muza, pasando a formar parte del Califato omeya de Damasco y del Emirato Dependiente con capital en Córdoba. Desde ese año Saraqusta fue un puesto avanzado en la lucha contra los cristianos del norte, que se refugiaron en los valles pirenaicos de Ansó, Hecho, Sobrarbe y Ribagorza. Hacia el 720 todo el valle del Ebro y las ciudades más importantes de la ulterior región de Aragón estaban dominadas por el islam.
Con la derrota ante los francos en Poitiers en 732, la frontera norte se estabilizó, y Saraqusta se constituyó en provincia fronteriza bajo la denominación de Marca Superior. Zaragoza administraba un territorio que comprendía ciudades tales como Huesca, Tudela, Calatayud o Barbastro, al frente del cual estaba el sahib de Saraqusta, que ejercía el gobierno en nombre del emir andalusí dependiente del califa de Damasco. Su lejanía a la capital emiral y su función de baluarte defensivo confirió a Saraqusta cierta autonomía política, a menudo reconocida por el poder central cordobés, pues en lo militar favorecía tomar decisiones rápidas y ejecutar eficazmente iniciativas bélicas.

La Marca Superior bajo el califato omeya

En el año 924, Abderramán III impuso su autoridad sobre los señores locales desalojando a los Banu Qasi de su último reducto de Tudela e imponendo en él al tuyibí de Zaragoza Muhammad Alanqar, cuya dinastía mantuvo el gobierno de Saraqusta durante más de un siglo. Pero los nuevos señores de Zaragoza continuaron con la tendencia independentista frente al poder central.

En 929 Abderramán III se proclama califa e intenta asegurarse el control de las provincias más alejadas de Córdoba, pero los tuyibíes se rebelaron en diversas ocasiones, siendo reprimidos por expediciones califales en los años 935 y 937. El conflicto se resolvió con un compromiso de Muhammad ibn Hashim al-Tuyibi de mantenerse fiel a Córdoba a cambio de un régimen de protectorado, que aseguraba a la Marca cierta autonomía respecto del poder central. Este régimen especial se mantuvo durante el s. X y, de alguna manera, enlazó con la disgregación del califato en reinos de taifas de principios del s. XI.
La segunda mitad del siglo X estuvo caracterizada por un periodo de paz y lealtad al Califa y el predominio de árabes sobre muladíes y cristianos en la Marca Superior. A finales de siglo X los tuyibíes incorporan a su territorio Huesca y Barbastro, distrito que había sido gobernado por la dinastía muladí de los Banu Sabrit desde los inicios del dominio Banu Qasi en Zaragoza a principios del siglo IX.
En el último cuarto del siglo X, el periodo regido por Almanzor, se estableció un férreo régimen militarista que impuso la hegemonía del estado centralista cordobés en toda la península, sofocando cualquier resistencia a la autoridad califal con energía. Zaragoza se constituyó en este periodo en base principal de operaciones contra los cristianos del norte, pero con la unificación del nuevo rey pamplonés Sancho III el Mayor, (1004-1035), que regía tierras navarras y aragonesas bajo su cetro, y la crisis del califato, los reinos surgidos de la descomposición de las marcas califales llevarían a un periodo de plena independencia de la taifa de Zaragoza, hecho que sucedió en 1018, siendo el primer reino taifa en hacerlo.

La Taifa Tuyibía

La guerra civil en Córdoba, a principios del siglo XI, no dejó de afectar a la región y, como en el resto de la España musulmana, el derrumbamiento de la dinastía Omeya condujo a la constitución de un estado independiente o taifa, cuya capital era Zaragoza. Esta Taifa limitaba al sur con la pequeña Taifa de Albarracín, gobernada por los Banu Razin, y que ocupaba una zona de la actual provincia de Teruel, que incluía Albarracín, la propia Teruel y llegaba hasta la actual Montalbán. Zaragoza comprendía por el oeste las ciudades de Medinaceli, Soria, Calahorra, Arnedo, Alfaro y Tudela y llegaba por el este hasta el curso del Cinca, con ciudades como Barbastro, Monzón, Fraga y Lérida, la más importante, que no siempre acató la autoridad del rey de Zaragoza.

El inicio de la dinastía tuyibí: Mundir I

Mundir I fue el primer rey taifa de Zaragoza y comenzó a ejercer su poder en 1018 titulándose hayib, o "mayordomo de palacio", que era el rango que ostentaron Almanzor y sus descendientes, y que adoptaron los primeros reyes de taifas para significarse en su poder independiente. Quiso Mundir dar a Zaragoza categoría de gran corte, y, para ello, comenzó a remozar edificios como la mezquita aljama de Zaragoza (emplazada donde hoy está la Catedral), que fue ampliada, y a construir unas nuevas termas. Además se rodeó de secretarios-poetas entre los que destacan Ibn Darray y Said al-Bagdadi. El gobernador de la taifa de Lérida, Sulaymán ben Hud al-Musta'in (que veinte años después sería proclamado rey de Zaragoza, iniciando la dinastía hudí) en general acató su poder, aunque hubo entre ellos algunos enfrentamientos incitados por Sancho el Mayor, su mayor enemigo exterior, que incluso le arrebató algunas plazas. Para contrarrestarles, Mundir I se alió con Barcelona y Castilla, logrando mantener en paz su reino. Murió entre 1021 y 1023.

Dinar de oro acuñado en 1029 por Yahya al-Muzaffar como rey taifa de Zaragoza.

Yahya al-Muzaffar

Hacia 1022 a Mundir le sucedió Yahya al-Muzaffar, su hijo, que continuó las hostilidades contra Sancho el Mayor. Emprendió una campaña contra Nájera, logrando cautivos y botín. Se casó con la hermana de Ismaíl, rey de Toledo a partir de 1028. Fruto de este matrimonio nacería Mundir II (Mu'izz al-Dawla) que le sucedería a su muerte en 1036.

La caída de los tuyibíes: Mundir II y Abd Allah ibn Hakam

Mundir II fue el último rey taifa de la dinastía tuyibí, al morir asesinado en 1038 por su primo Abd Allah ibn Hakam, que aspiraba a ocupar el trono.
Abd Allah solo mantuvo el poder durante veintiocho días, aunque llegó a acuñar moneda a su nombre, puesto que los notables de la ciudad comenzaron pronto a conspirar contra él apoyándose en Sulaymán ben Hud, hasta entonces gobernador de Lérida, que, comprendiendo la posibilidad de obtener el reino, acudió a Zaragoza. Abd Allah fue finalmente puesto en fuga y, tras violentas agitaciones, Sulaymán ibn Hud fue proclamado rey iniciando una nueva dinastía: la de los Banu Hud.

La Taifa Hudí

La dinastía hudí, iniciada con Sulaymán ibn Hud al-Mustain I de Zaragoza, se mantuvo al frente de la taifa zaragozana durante tres cuartos de siglo, desde 1038 hasta 1110. Con los hudíes, dinastía de origen árabe arraigada en la región desde la conquista del siglo VIII, el reino de Zaragoza llegó a su máximo esplendor político y cultural